Hablar a los discípulos es algo distinto. Hablar a los discípulos significa que el otro es receptivo —no solo receptivo, sino inmensamente bien recibido. Eres bienvenido, la otra parte quiere que entres, quiere ser el anfitrión de todo lo que digas. Las puertas están abiertas, las ventanas están abiertas para que te conviertas en brisa, en la luz del sol y entres en sus seres. No tienen miedo, no están a la defensiva, no cuestionan; están listos para acompañarte de todo corazón a cualquier dimensión desconocida.
Hablar a los discípulos no es un tipo de discusión o de debate —es un diálogo. Es mucho más un diálogo como aquel entre dos amantes. El discípulo ama al Maestro, el Maestro ama al discípulo. Un profundo amor fluye entre ellos. El amor es el puente, y así se pueden explicar grandes verdades, transmitir, casi materializar.
Osho

Amado Maestro

Amado Maestro

viernes, 17 de junio de 2011

Osho: Sé total en tus actos, y al ser total tendrás que estar alerta;...

Se total en tus actos, y al ser total tendrás que estar alerta; nadie puede ser total sin estar alerta. Ser total implica no pensar en otra cosa. Si estás comiendo, estás comiendo simplemente; estás totalmente aquí y ahora. El comer lo es todo: no te estás llenando únicamente; lo estás disfrutando. El cuerpo, la mente, el alma, están todos en sintonía mientras comes: hay una armonía, un ritmo profundo entre los tres niveles de tu ser. Entonces el comer se vuelve una meditación, el caminar se vuelve una meditación, el cortar leña se vuelve una meditación, el sacar agua del pozo se vuelve una meditación, el cocinar se vuelve una meditación. Las pequeñas cosas se transforman, se convierten en actos luminosos, y cada acto se vuelve tan completo que adquiere la cualidad del Tao.
Cuando eres total no eres el hacedor. Entonces Dios es el hacedor, o la totalidad es el hacedor; tú sólo eres un vehículo, un pasadizo, y volverse un pasadizo es dicha, es bendición.
Osho-El Sendero del Tao

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