Hablar a los discípulos es algo distinto. Hablar a los discípulos significa que el otro es receptivo —no solo receptivo, sino inmensamente bien recibido. Eres bienvenido, la otra parte quiere que entres, quiere ser el anfitrión de todo lo que digas. Las puertas están abiertas, las ventanas están abiertas para que te conviertas en brisa, en la luz del sol y entres en sus seres. No tienen miedo, no están a la defensiva, no cuestionan; están listos para acompañarte de todo corazón a cualquier dimensión desconocida.
Hablar a los discípulos no es un tipo de discusión o de debate —es un diálogo. Es mucho más un diálogo como aquel entre dos amantes. El discípulo ama al Maestro, el Maestro ama al discípulo. Un profundo amor fluye entre ellos. El amor es el puente, y así se pueden explicar grandes verdades, transmitir, casi materializar.
Osho

Amado Maestro

Amado Maestro

miércoles, 21 de marzo de 2012

Osho: Cuando te ocurra el verdadero despertar...


Osho: Cuando te ocurra el verdadero despertar te quedarás sin habla. No tendrás ni idea de lo que te está ocurriendo...
Todo estará en calma y en silencio.
Guarda estas palabras dentro de ti. Fabrica un joyero para ellas y guárdalas allí. No las consideres sabiduría, sino información. Fabrica conscientemente una caja para ellas. Más adelante descubrirás que, a medida que te ocurran experiencias, mis palabras empezarán a surgir de tu inconsciente, aclarando y haciendo comprensibles las experiencias que te ocurran.
Osho- El Juego de la Vida
Pág. 63

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