Hablar a los discípulos es algo distinto. Hablar a los discípulos significa que el otro es receptivo —no solo receptivo, sino inmensamente bien recibido. Eres bienvenido, la otra parte quiere que entres, quiere ser el anfitrión de todo lo que digas. Las puertas están abiertas, las ventanas están abiertas para que te conviertas en brisa, en la luz del sol y entres en sus seres. No tienen miedo, no están a la defensiva, no cuestionan; están listos para acompañarte de todo corazón a cualquier dimensión desconocida.
Hablar a los discípulos no es un tipo de discusión o de debate —es un diálogo. Es mucho más un diálogo como aquel entre dos amantes. El discípulo ama al Maestro, el Maestro ama al discípulo. Un profundo amor fluye entre ellos. El amor es el puente, y así se pueden explicar grandes verdades, transmitir, casi materializar.
Osho

Amado Maestro

Amado Maestro

jueves, 9 de julio de 2009

Dice Osho: "Sólo intenta ver lo que en realidad está en ti por la otra persona y los celos desaparecerán.

En la mayoría de los casos con los celos, tu amor también desaparece. Pero es bueno, porque ¿cuál es el punto en tener un amor que está lleno de celos, que no es amor? Si los celos desaparecen y aún permanece el amor, entonces tienes algo salido en tu vida que vale la pena mantener."
Osho

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