Al ducharte, deja que el agua caiga sobre ti, pero no te quedes ahí como «yo». Relájate, deja el «yo»; y te admirarás. La ducha no sólo refresca tu cuerpo, sino que refresca también tu núcleo más interno.
Y si buscas, en la vida diaria encontrarás muchos momentos en los que se puede dejar el ego a un lado. Y la alegría de ello es tan grande, que una vez que lo has probado querrás hacerlo una y otra vez. Y poco a poco, te vuelves capaz de desconectar el ego y de mantenerlo así a no ser que sea absolutamente necesario.
Y después, llega también el día dichoso en que sabes que el ego no es necesario en absoluto. Y le dices el último adiós. El día en que muere el ego, has alcanzado el punto del no-yo. Ése es tu verdadero ser. El no ser es tu verdadero ser. No ser es ser por primera vez.
Por hoy es suficiente.
Osho-El Libro de la Sabiduría de Atisha
Cap.4
Y si buscas, en la vida diaria encontrarás muchos momentos en los que se puede dejar el ego a un lado. Y la alegría de ello es tan grande, que una vez que lo has probado querrás hacerlo una y otra vez. Y poco a poco, te vuelves capaz de desconectar el ego y de mantenerlo así a no ser que sea absolutamente necesario.
Y después, llega también el día dichoso en que sabes que el ego no es necesario en absoluto. Y le dices el último adiós. El día en que muere el ego, has alcanzado el punto del no-yo. Ése es tu verdadero ser. El no ser es tu verdadero ser. No ser es ser por primera vez.
Por hoy es suficiente.
Osho-El Libro de la Sabiduría de Atisha
Cap.4
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