Hablar a los discípulos es algo distinto. Hablar a los discípulos significa que el otro es receptivo —no solo receptivo, sino inmensamente bien recibido. Eres bienvenido, la otra parte quiere que entres, quiere ser el anfitrión de todo lo que digas. Las puertas están abiertas, las ventanas están abiertas para que te conviertas en brisa, en la luz del sol y entres en sus seres. No tienen miedo, no están a la defensiva, no cuestionan; están listos para acompañarte de todo corazón a cualquier dimensión desconocida.
Hablar a los discípulos no es un tipo de discusión o de debate —es un diálogo. Es mucho más un diálogo como aquel entre dos amantes. El discípulo ama al Maestro, el Maestro ama al discípulo. Un profundo amor fluye entre ellos. El amor es el puente, y así se pueden explicar grandes verdades, transmitir, casi materializar.
Osho

Amado Maestro

Amado Maestro

lunes, 23 de mayo de 2011

Osho: La mente es lenta y gradual...

La mente es lenta y gradual, se mueve con cuidado, con precaución, con cautela, pensando en los pros y contras. El Zen es un salto dentro de la vida. Y la vida te rodea dentro y fuera.
Así como un pez en el océano tú estás en la vida. No esperes el siguiente momento, vive ahora. El Zen es un desafío, un riesgo, una apuesta: poner todo en juego por el momento.
Osho:Zen: Zest, Zip, Zap and Zing

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