Hablar a los discípulos es algo distinto. Hablar a los discípulos significa que el otro es receptivo —no solo receptivo, sino inmensamente bien recibido. Eres bienvenido, la otra parte quiere que entres, quiere ser el anfitrión de todo lo que digas. Las puertas están abiertas, las ventanas están abiertas para que te conviertas en brisa, en la luz del sol y entres en sus seres. No tienen miedo, no están a la defensiva, no cuestionan; están listos para acompañarte de todo corazón a cualquier dimensión desconocida.
Hablar a los discípulos no es un tipo de discusión o de debate —es un diálogo. Es mucho más un diálogo como aquel entre dos amantes. El discípulo ama al Maestro, el Maestro ama al discípulo. Un profundo amor fluye entre ellos. El amor es el puente, y así se pueden explicar grandes verdades, transmitir, casi materializar.
Osho

Amado Maestro

Amado Maestro

martes, 24 de mayo de 2011

Osho: La vida es libre. La vida es libertad.

La vida es libre. La vida es libertad. Dios es la libertad absoluta. No puedes tener actitudes prefijadas, ideas fijas. Si las tienes, tendrás problemas y creerás que es Dios el que te crea los problemas. No. Simplemente tira tus escrituras al río, fluye con el río y todo resultará hermoso. Olvídate de las respuestas si quieres descubrir tu pregunta. Estás rodeado de tantas respuestas que es casi imposible encontrar la pregunta correcta en medio de esta confusión y de este barullo. Y la pregunta correcta es la clave.
No te estoy dando ninguna respuesta. Si has venido a mí a por una respuesta, has acudido a la persona equivocada. No te daré ningún mapa de la consciencia, no; no te proporcionaré ninguna idea sobre Dios. Simplemente te haré surgir una sed, una intensa sed. Haré que tu sed por conocer tu auténtica pregunta, sea máxima. Entonces todo se hará cargo de sí mismo.
Osho-El Verdadero Sabio

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